En 2019 varios medios de comunicación publicaron una curiosa noticia. La cadena Sephora había implantado en sus tiendas físicas una potente herramienta que permitía al cliente decidir si quería asesoramiento en su compra o no.
La estrategia consistía en ofrecer pequeños cestos de colores dónde los clientes pudieran añadir sus compras. ¿Cuál era la peculiaridad? Estos cestos en dos colores distintos: rojo o negro, llevaban un mensaje implícito. Si durante la compra en el establecimiento los clientes sujetaban un cesto rojo estaban pidiendo asesoramiento por parte del personal, en cambio, si el cesto que sujetaban era negro, los clientes querían libertad y espacio para comprar por su cuenta.
La conocida cadena de cosmética, pretendía centrar su atención en la voluntad de sus clientes, dándoles de esta forma el poder de decisión, para así poder mejorar la experiencia del usuario adecuándola a cada caso. Cada consumidor afronta la compra de un modo distinto. Algunos quieren ser atendidos para poder entender mejor el producto y dejarse asesorar por un profesional, mientras que otros prefieren comprar sin interacciones sociales, pudiendo comparar productos entre sí y decidiendo por ellos mismos qué se llevan a casa.
¿Cuántas veces te han venido a ofrecer productos al poner un pie en la tienda? El personal, siempre atento y con la idea de vender, ofrece productos para todo lo que necesites e incluso consiguen generar nuevas necesidades. ¿Cuántas veces has salido de la tienda con productos que no necesitabas antes de entrar y que ni siquiera estaban en tu mente o lista de la compra?
Esta estrategia puede llegar a “sobre estimular” a los clientes y puede, en algunos casos, ser contraproducente, ya que pueden confundirse más o incluso agobiarse e irse sin ninguna compra.
Dando la libertad de escoger a cada consumidor y favoreciendo así su experiencia de compra, se consiguen mejores resultados y se llega antes a un buen posicionamiento de marca. Así que esta iniciativa permite que sea siempre el cliente quien haga su propia elección.
¿De qué equipo eres? ¿Prefieres comprar libremente o prefieres que el personal te ayude y asesore sobre los productos?
Nosotros apostamos por ti, apostamos por atender tus necesidades y construir, en base a ellas, stands customizados y atractivos que, de forma visual, llamen la atención de los clientes en la feria en la que participas. Nuestros stands son esos cestos de colores con un potente mensaje implícito. A través del diseño, los colores, los materiales del montaje, los elementos y su ubicación en el stand conseguimos que el cliente entienda y se interese por tu producto, sin necesidad de ir detrás de él o ella, ejerciendo presión en su decisión.
Si te gustaría que te ayudáramos con tu stand y le diéramos forma para potenciar tu mensaje, ponte en contacto con nosotros y trabajaremos en un diseño personalizado para tu marca.